domingo, 16 de diciembre de 2007

Mario Santana
Florecer

Escribió una vez Pablo Neruda, para terminar uno de sus veinte poemas de amor, algo similar a esto: “Me gustaría hacer contigo // lo que la primavera hace con los cerezos”. Hablando una vez con un amigo sobre esos dos versos que a mí me resultaban tan gráficos y visuales, resultó que él no entendía bien qué significaba aquello, y de una forma un poco más prosaica intenté explicarle; cualquiera que haya salido al campo en primavera verá que no sólo los cerezos, sino en general los frutales, el monte bajo, toda la vegetación, de repente surge de su letargo y empieza a echar brotes. De lo más seco, del tronco sin vida, brota el renuevo. De las ramas peladas y muertas empieza a aparecer la vida que se tiñe de color verde. En incluso, como con los cerezos, directamente en las ramas brotan las yemas que estallan en flor y casi sin mediar una transición se pasa del árbol pelado a la borrachera de flores que hacer sentir exultante a cualquiera que lo contemple.

La Palabra de Dios de hoy ha sido para mí como escuchar a Dios recitándome al oído un poema de amor de Neruda; como que Dios me hablaba con serenidad y me hacía una promesa: desierto y yermo se alegrarán, florecerán el páramo y la estepa, hasta el mayor de los secarrales se tornarán en gozo y alegría… porque viene tu Dios a salvarte. Dios quiere hacerme florecer, y quiere que yo sea una flor más en este mundo a veces tan seco, tan triste, tan incapaz de dar fruto, tan cerrado a la gloria y tan empeñado en mostrar la acción devastadora del paso del ser humano por él. Y por eso, mi primera invitación a todos vosotros al escuchar la Palabra proclamada es a pararse a escuchar esa promesa, ese poema de amor que Dios nos hace, porque sólo sintiéndose tan amados por Él podremos realmente vivir en la actitud básica del adviento: la esperanza. Espera el agricultor que sabe que de la sequedad de la tierra escarbada saldrá algo. Espera él cuando pacientemente deja pasar los días, y aunque no sepa exactamente cuándo será, pues depende de muchas circunstancias, está atento a los primeros brotes para, entonces, ponerse a abonar y estimular que florezca en plenitud. Y esperamos nosotros cuando a pesar de las malas noticias que cada día nos llegan de nuestro pequeño o gran mundo sabemos vislumbrar esos brotes que dan sentido a nuestra espera.

Por eso, es bueno también preguntarnos, ¿cómo ando yo de esperanza? ¿Soy capaz de ‘esperar’ en la confianza de la promesa de Dios? ¿Y me esfuerzo por mantener los ojos abiertos para detectar esos brotes de vida en mitad de la desolación que a veces nos rodea?

sábado, 8 de diciembre de 2007

CARTA DE ADVIENTO DE ANTONIO VELASCO

Roma, 1 de diciembre de 2007

Queridos hermanos y hermanas de la Familia Misionera Verbum Dei:
Deseo saludar a todos los miembros de la Familia Misionera Verbum Dei, después de unos meses en los que he tenido el gozo de poder conocer realidades muy diversas de esta Familia de la Iglesia. En efecto, el contacto con la Familia Misionera VD en Portugal, España, México, Camerún, Alemania, Brasil y, por último, estos días en Inglaterra, han abierto ante mí una pluralidad muy grande de expresiones y situaciones vitales. Doy gracias a Dios por el trabajo de cada comunidad y por el deseo de todos de hacer presente el Evangelio en cada cultura.
Cuando en el año 1223 Francisco de Asís celebró el primer Belén viviente de la historia, en Greccio, pequeño pueblo de Italia, deseaba con un ardiente corazón, que la gente sencilla entendiera el misterio del Dios encarnado, la Palabra de Dios que habita entre nosotros. Esa noche santa hablaba con dulzura de Jesús como del Fanciullo di Betlemme (Chiquillo de Belén) y les invitaba a contemplar en el espíritu el milagro del amor de Dios tan cercano a la humanidad. A todos con los que compartió esa noche memorable (pobres, nobles del pueblo, hermanos de comunidad) les quedó la imagen impresa en su corazón y en sus mentes, y esa tradición nos ha llegado hasta hoy. San Francisco había vivido también su adviento y ahora contemplaba existencialmente algo que estaba naciendo en él y en sus hermanos… Adviento y Navidad eran experiencias encarnadas al vivo en su vida y en la vida de su comunidad, y esto mismo se convertía en anuncio ante las gentes de su tiempo.
Quisiera en esta ocasión retomar el motivo del Adviento y de la Navidad. En un mundo, donde habitualmente la Navidad va entremezclada de luces y sombras, la Iglesia nos invita con vehemencia a vivir la Navidad desde su sentido más profundo. Y por ello a preparanos bien. No quiero, sin embargo, referirme solamente a la primera Navidad (el nacimiento de Jesús en Belén evangelios) sino a la navidad que Dios quiere realizar hoy en el corazón de cada persona.
La luz de la Navidad nos evoca, a contraluz, que los tiempos que vivimos son tiempos duros, complicados, alejados de las sendas de Dios; sendas que, por otra parte, nosotros hemos experimentado con toda nitidez en algún momento de nuestra vida. Ante cualquier luz o propuesta que el Espíritu Santo nos suscite es más fácil pensar que el momento no es un tiempo propicio para ponernos en marcha, sino más bien de lograr subsistir sin complicarnos mucho la vida. Se hace entonces necesario pedir a Dios con humildad el milagro de volver a nacer -como un día el mismo Jesús sugirió a Nicodemo (cf. Jn 3, 16)- y seguir los caminos del Dios que se ha hecho hombre.

El primer Adviento
La Navidad va precedida de un tiempo de preparación llamado Adviento (adventus, venida). Este tiempo litúrgico que ahora comienza, es un momento hermoso para poder orar la historia de amor de Dios por la humanidad de una forma aplicada; historia que se actualiza y se repite en nuestra propia vida y en la vida del Verbum Dei. Quisiera retomar algunos retazos del primer Adviento de la historia, por el que la Palabra de Dios puso su morada entre nosotros.
En el primer Adviento María escucha el anuncio del ángel Gabriel, responde con un “Hágase” a Dios y desde entonces su vida está en manos de Dios y ordenada, volcada totalmente a la vida que iba a nacer en ella. ¡Qué profundidad deberían tener los diálogos de María con aquel niño, con aquella vida que estaba en ella! ¡Que entrañable el misterio de vida que se iba tejiendo en su seno y que ella sabía que no era suyo, sino luz para los hombres!
José, por su parte, se fiaba totalmente de un proyecto que iba mucho más allá de su propia comprensión. Era un hombre bueno y justo, y sin embargo, lo que Dios le propone cambia totalmente sus esquemas y le pone en camino, siguiendo en todo momento la voz de Dios. Y esto no una vez, sino durante el resto de su vida. José sigue con fidelidad la voluntad de Dios y acompaña a María y al Niño en una peregrinación que le llevaría a Belén, a Egipto y, una vez establecidos en Nazaret, a acompañar a Jesús quien, a su lado, crecía en sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres. (Cf. Lc 1-2; Mt 1; Jn 1).
El adviento de María y José supuso un tiempo intenso de recordar las promesas de Dios en el Antiguo Testamento, alegrándose en la fe por el modo misterioso y sorprendente con el que Dios estaba dando cumplimiento a sus promesas: el amor de Dios se hacía carne en el seno de una familia pobre e insignificante, en el contexto de un pueblo que sufría. Toda la esperanza de Israel se encarnaba en Jesús, el pequeño niño.
A toda madre y padre de la tierra les gusta preparar el nacimiento de un niño: ropita, cunas, espacios adecuados en la casa, cuidar la salud de la madre…. La preparación de María y José fue, sin embargo, bastante accidentada… Y, con todo, era Dios quien preparaba la cuna adecuada para su amor infinito: el pueblo de Israel primero, a lo largo de una historia llena de contradicciones; la familia de Nazaret después, donde Jesús creció en sabiduría y gracia; la comunidad de discípulos más tarde, que acompañó a Jesús en su vida pública, muerte y resurrección; y, por último, la Iglesia, que nacía de Pentecostés y que se expandiría como germen de una humanidad nueva. Ese tiempo accidentado de preparación era el tiempo de la presencia y revelación de Dios.

El adviento del Verbum Dei
Estas bellísimas páginas de la historia son de alguna manera imagen o icono del camino que está realizando el Verbum Dei: imagen del adviento del Verbum Dei. En las últimas etapas de la historia del VD, y más recientemente en el III Congreso Ordinario de la Fraternidad (enero-febrero 2007), Dios Padre nos ha invitado a ponernos de nuevo en marcha y a abrir nuestros corazones a nuevos caminos. De una manera especial, el Congreso ha supuesto un delicado susurro de Dios invitándonos a consolidar y expandir la realidad de la Familia Misionera Verbum Dei.
Quisiera con esta carta poder hacer participes a todos los miembros de la Familia Misionera Verbum Dei de este Adviento del Verbum Dei lleno de esperanza y de promesas. En efecto, el Adviento es un tiempo especial de reavivar la esperanza, de permitir que el misterio del Dios encarnado renazca en nosotros y renueve nuestra vida. Tiempo de preparar una cuna, de mimar la vida que está gestándose lentamente en nuestro interior, en el seno de una comunidad que camina peregrina en la historia.
Hoy esta historia continúa en la Iglesia actual y se hace presente también en nosotros. El Verbum Dei quiere preparar una cuna comunitaria, la Familia Misionera Verbum Dei, donde muchos hijos suyos puedan nacer a la amistad de Dios y a la vivencia plena de su vocación al amor. Con una frase muy bella y llena de contenido, el P. Jaime Bonet, nuestro fundador, refleja la nueva vida que se va tejiendo en el seguimiento de Jesús:
“El Reino de Dios o vivencia y convivencia de este Amor Trinitario de Dios en nosotros y entre nosotros y el anuncio de este mismo Reino de Dios por todo el mundo con la vida y con la Palabra, constituirán el punto de mira de nuestro personal y comunitario seguimiento de Cristo”[1].
Para que el deseo de Dios, de que su vida y amor llegue al corazón de todos los hombres, pide nuestra colaboración humana, al igual que un día se la pidió a María y a José. Llama a las puertas de los miembros de la Familia Misionera Verbum Dei con el deseo inmenso de que su amor llegue a todas las gentes y se pueda realizar el milagro de la Navidad en muchos corazones (cf. 1Tm 2, 4; 3, 16; Mt 28, 19-20).




Concebirás en el seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús[2].
Este camino de adviento espiritual coincide con el camino concreto de la preparación al Simposio de la Familia (julio 2009). En este encuentro buscamos que Dios nos ilumine para poder encarnar su proyecto en el VD buscando la configuración adecuada para que todo el Verbum Dei pueda realizar con gozo y plenitud su vocación y misión. Son momentos importantes de gracia que necesitan preparación, trabajo, abrir el corazón y la mente a la propuesta de ponerse en camino; es un momento oportuno para comprender mejor, con serenidad, las promesas del pasado y abrir nuevas perspectivas en los momentos actuales del presente.
El Adviento, aún con toda su especial belleza, es un tiempo que supone, también, el esfuerzo de la preparación y la custodia de la vida que ha de nacer. Nuestro adviento es más largo que el tiempo litúrgico correspondiente (poco más de 24 días). Es un camino lento, en el que la preparación y el nacimiento van de la mano. En el que se entremezcla lo vivido en el pasado, lo que tenemos en el presente, lo que el Señor desea para nosotros en el futuro.
El Adviento, en palabras del cuarto Evangelista, nos recuerda algo muy vital que nos hace vivir con gozo: la Palabra de Dios se ha encarnado (Jn 1, 14) y nos reúne en una misma comunión y misión (cf. 1Jn 1, 1-4). Lo que nos une a todos los miembros de la Familia VD es escuchar la Palabra. Luchamos por ella, queremos anunciarla porque sabemos que es vida; la celebramos juntos porque la vida es preanuncio del “banquete familiar de Navidad” que será la vida eterna. La Palabra de Dios es dinamis (fuerza misteriosa del Espíritu Santo); es beso delicado de Dios Padre para cada hombre y mujer a través de nuestra vida; es estrella que indica el camino y es brújula; es ungüento que alivia; es ánimo que nace desde dentro; es fuerza delicada que mueve y susurro irresistible que hace que nos levantemos y nos pongamos continuamente en marcha…

Mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento…[3]
La preparación del Simposio conlleva una doble tarea, con dos retos inseparables: una preparación vital y una reflexión sistemática que pueda recoger y formular la experiencia de nuestra historia en los países donde estamos.
El camino vivencial nos sitúa, en primer lugar, ante el reto de recoger la vivencia del VD expandido en más de 30 países y con una historia de 44 años, valorando lo que cada uno está haciendo, y sabiendo compartir y comunicar entre nosotros la riqueza que tenemos.
Es tiempo de explorar con serenidad nuevas vías del Espíritu para la Iglesia: caminos reales de santidad y de espiritualidad; avivar un sentido de familia renovado; adecuar nuestro testimonio a la Palabra que nos mueve y que queremos que se acoja por su credibilidad; tiempo de buscar rutas adecuadas de encarnación del carisma en la Iglesia local y en nuestro mundo, de modo que la Palabra de Dios pueda adquirir toda su fuerza transformadora de la sociedad.
A este intento renovado de encarnar la Palabra de Dios en una comunidad, corresponde, en segundo lugar, un momento especial de reflexión que nos haga más conscientes del significado del don de Dios en el carisma VD. Los lineamienta de preparación al Simposio[4] nos ofrecen unas pautas de reflexión y unas preguntas, cuya respuesta podrán ayudar a plasmar la identidad y misión que queremos presentar a la Iglesia y al mundo. La Comisión para la Familia Misionera Verbum Dei será el canal para recoger todas las iniciativas y aportaciones hasta el Simposio de 2009. A ella podemos enviar nuestras aportaciones personales, de comunidad local, o el fruto de encuentros más amplios.
Dos preguntas recorren este camino de reflexión y consolidación de la Familia: dónde estamos y dónde podemos llegar. Cuál es el camino real recorrido y cuál es el deseo de Dios sobre nosotros. En este tiempo será importante encontrar lo esencial (o los principios del carisma) para poder dar paso a una variedad de formas de plasmación, necesaria en una comunidad internacional como la nuestra que abarca realidades tan diversas. Se hace muy necesario poder ofrecer caminos claros, objetivos graduales, elasticidad a la vez que compromiso, de modo que cada uno esté a gusto y todos puedan ofrecer a Dios lo mejor de sí mismos.
El espíritu de libertad y la amplitud del VD de los inicios, por lo que muchos han sentido la atracción a este carisma, no se contraponen con el esfuerzo de reflexión y consolidación que estamos haciendo. Más bien, el deseo de buscar una estructuración más clara desea salvaguardar esta libertad, y que la amplitud no sea sólo un sentimiento inicial sino una realidad posible y estable en los distintos momentos de la vida y en las situaciones diversas que vivimos. Es necesario, además, saber formular y proponer mejor el don de Dios del carisma. En la Familia Misionera VD hay muchos miembros que tienen especiales talentos artísticos, literarios o informáticos…. Esperamos que todos podamos enriquecernos con esos dones particulares para una mejor plasmación del carisma y comunicación del mismo.
Puede ser, también, un tiempo para que mucha gente que se alejó por las dificultades del camino pueda volver a esta experiencia compartida de fe. Siento que hay muchas personas que gustosamente volverían a la Familia Misionera VD si alguien les lanzase una invitación. ¡Os animo a hacerlo!
Intuyo que este momento es un tiempo muy importante para el Verbum Dei, puesto que, por primera vez en nuestra joven historia, nos disponemos a realizar una reflexión y discernimiento sistemático y a realizarlo juntos: miembros de la Fraternidad y de la Familia. En estos últimos meses se han realizado ya diversos encuentros de la Fraternidad para tratar sobre la Familia (Norte de Europa, España y Portugal, Italia, Venezuela, etc… y otros ya están programados). Otra experiencia de gracia importante han sido los Ejercicios, el pasado agosto en España, para Laicos Consagrados Misioneros. En dichos ejercicios se ha podido tomar más conciencia del significado de una peculiar llamada de Dios y de poder aunar fuerzas para seguir esta llamada. Estas iniciativas, y otras muchas, pueden ir ayudando en este adviento de la Familia VD, y nos llenan de alegría a todos porque el Espíritu Santo no deja de suscitar impulsos frescos. Esperamos poder compartirlas en los nuevos espacios que pronto se abrirán en las páginas web del VD.

De corazón deseo que, esta peregrinación que es el adviento, conduzca a que la Navidad sea un regalo de Dios para todos vosotros y haga de vuestras vidas un regalo vivo: que en lo sencillo, nuestras vidas sean lazo de amor del Dios con cada persona y situación. Ojalá la preparación, los regalos, las comidas, las cenas de Navidad, las postales, las reuniones familiares, el encuentro con personas que hace mucho que no vemos, el pavo, el árbol de Navidad, el Belén… todo pueda estar iluminado de la luz de Jesús que va naciendo en nuestros corazones. De igual modo, deseo que este peculiar adviento del Verbum Dei conduzca a la consolidación y expansión del Verbum Dei como una familia a imagen de la comunión de la Trinidad con un fuerte corazón misionero.
Me despido con las palabras de Pablo a su comunidad de Éfeso, invitándoos a que oremos unos por otros: Doblo mis rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, para que os conceda, según la riqueza de su gloria, que seáis fortalecidos por la acción de su Espíritu en el hombre interior, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones… (Ef 3,14-21). Os invito, de la misma manera, a que oremos unos por otros, a que oremos juntos por toda la Familia Misionera VD en los cinco continentes, sintiéndola como nuestra verdadera familia

Antonio Velasco Jiménez
Presidente de la FMVD
[1] Estatutos Verbum Dei 48; Cf. Lc 17,21; Mc 16, 15.
[2] Cf. Lc 2, 31.
[3] Cf. Lc 2,6.
[4] Editados en septiembre del 2007, los Linementa son un documento de preparación al Simposio, para reflexionar junto con toda la comunidad sobre nuestra Familia Misionera VD. En ellas se abordan los principales temas que serán tratados en el Simposio.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Reunion lmcvd Loeches

!!!!!Hola chic@s¡¡¡¡¡
Si podeis,hemos decidido reunirnos en Loeches todos los que podais desde el dia 28 de diciembre por la tarde -noche para empezar en firme el sabado por la mañana hasta el domingo despues de comer.Al menos los de España y Portugal para compartir experiencias ,y estudiar y orar las lineamientas de la Familia Verbum Dei ,que os he colgado en el blog.
Si teneis otras sugerencias,aportarlas por favor cuanto antes.
Como estamos en fechas navideñas,cada uno podria traer para compartir algo tipico y rico de su ciudad..ya me chupo los dedos
Me muero por veros de nuevo.Un beso
LOLA

domingo, 11 de noviembre de 2007

Poesia de Mº José

OS ENVIO UN MENSAJE QUE ME GUSTO MUCHO ,ES DE Mº JOSE UNA COLABORADORA HABITUAL DE MI PROGRAMA DE TV .
REFERENTE A LA LECTURA DEL FARISEO Y EL PUBLICANO:Lc 18,9-14.

Querida Lola, ayer por la mañana leí las lecturas y quedaron aquí en el corazón. Iba más tarde por la calle dejando que su mensaje fuera calando y me venía a la mente una frase: Lava tu cara, limpia tu mirada.Ya en casa volví de nuevo a las lecturas y de nuevo a orar. Comparto con todos vosotros esta oración, esta invitación del Señor.
Lávate la cara y ven a orar ante Mí
No quiero tu corazón maquillado
No quiero tu valor, tu impaciencia ni tus seguridades
No quiero lo que sabes ni esa parte de tu alma arrogante
Te quiero sencillamente a ti.
Ven ante Mí con los ojos limpios y con el corazón abierto para recibirme
No vengas con tus mil capas,agarrada a lo que sabes,segura de tus capacidades.Solo te quiero a ti.
Ven a orar ante Mí
Deja que penetre en tu silencioque me abra paso en tu simplicidad.
Permite que complete tu incapacidad
Ora ante Mí.Derramaré sobre tí mi Piedad
Yo seré toda y tu única seguridad
Ven ante Mí.Contempla el Amor
Luego ve, vive y expándelo sencillamente con tu vida con la mirada limpia
Por eso, ven ante Mí
Un abrazo en el Señor para todos para tí Lola
María José:
10 de noviembre de 2007 9:16

sábado, 10 de noviembre de 2007

viernes, 19 de octubre de 2007

jueves, 11 de octubre de 2007

LINEAMIENTA CONGRESO FAMILIA MISIONERA V.D.

¿que tal chic@s????animaros a participar más en este medio,si se os ocurre otra forma más facil,lo decis,os envio LINEAMIENTA de la última junta ,para que lo estudieis y deis vuestra opinión de cara al proximo simposium de la Familia V.D.:
“Por eso doblo mis rodillas ante el Padre,
de quien toma nombre toda familia
en el cielo y en la tierra…” (Ef 3,15)
Roma 2007
Índice
1. INTRODUCCIÓN.. 3
2. MEMORIA DEL CAMINO RECORRIDO.. 5
2.1 INTUICIONES FUNDACIONALES Y CAMINO HISTÓRICO.. 5
2.2 PLANTEAMIENTOS ACTUALES. 6
2.3 ALGUNAS PRECISIONES TERMINOLÓGICAS. 6
3. LÍNEAS ORIENTATIVAS. 8
3.1 IDENTIDAD.. 9
3.2 RELACIÓN DE LA FRATERNIDAD MISIONERA VD Y LA FAMILIA MISIONERA VD 10
3.3 ESPIRITUALIDAD FaMVD.. 11
3.4 MISIÓN VERBUM DEI. 12
3.5 CONSAGRACIÓN. 13
3.6 LA VIVENCIA DEL AMOR FRATERNO.. 14
3.7 ESTRUCTURACIÓN JURÍDICA DE LA FaMVD.. 16
3.8 FORMAS DIVERSAS DE VINCULACIÓN. 17
3.9 EL PROCESO DE VINCULACIÓN. 18
3.10 CUADRO EXPLICATIVO CON INTUICIONES FUNDAMENTALES. 20
4. PROPUESTA DE TRABAJO.. 22
4.1 ORIENTACIONES PARA EL TRABAJO.. 22
4.2 CALENDARIO DE LOS TRABAJOS. 23
5. CONCLUSIÓN.. 24

Anexos: Documentación para estudiar

Sobre la Familia VD:
· Documento Conclusivo del Congreso 2001.
· Documento Conclusivo del Congreso 2007.
· Reglamentos aprobados o futuros documentos sobre la Familia que están en elaboración; La familia VD en escritos de Jaime, Constituciones VD.
Otros documentos: artículos sobre los nuevos movimientos eclesiales, tesinas y tesis de miembros del Verbum Dei que abordan el tema, con bibliografía amplia…

1. INTRODUCCIÓN

El camino hacia el Simposio de la Familia 2009
1. Al presentar estos Lineamenta para la preparación del Simposio de la Familia Misionera Verbum Dei invocamos con afecto a la Santísima Trinidad, nuestro primer hogar, fraternidad fontal y fragua de la misión Verbum Dei, de quien toma nombre toda familia de fe en la Iglesia. A ellos ofrecemos nuestros deseos y esfuerzos.
2. El III Congreso General Ordinario ha pedido a la Junta el nombramiento de una comisión permanente para el estudio de la Familia Misionera Verbum Dei (FaMVD), cuyo primer encargo sería la preparación de un simposio sobre la FaMVD. La Junta General ya ha constituido la Comisión de Familia Verbum Dei, y junto con ella presenta ahora los lineamenta de trabajo para la preparación del Simposio de la Familia VD en julio del 2009.
3. Como ha comentado el Boletín de septiembre de 2007 la Junta desea una participación amplia en esta preparación del Simposio y un trabajo que recoja el camino apostólico, la reflexión y las inquietudes, no sólo de los miembros de la Fraternidad, sino también de las personas que en modo formal o informal participan de la FaMVD en los cinco continentes. Para ello, se están creando cauces de participación complementarios a las comisiones: equipo de consultores, encargos a equipos pequeños especializados, consultas externas a la FMVD, así como aportaciones en distintos ámbitos: en las ramas, zonas, comunidades local, de Familia VD, aportaciones personales.
4. Apoyados en la certeza de que Dios mismo nos acompaña, caminando con nosotros[1] configurando lo que será la FaMVD, la Comisión de FaMVD empieza a cumplir su tarea.
5. El III Congreso planteó algunos objetivos específicos para los Lineamenta de preparación al Simposio[2]:
“Conocer la realidad de la FaMVD universal: identificar los modos de pertenencia ya aplicados en las distintas comunidades, el perfil propio de cada uno de los grupos que compone la FaMVD, su especificidad en relación al carisma Verbum Dei y la peculiaridad de cada uno de estos grupos”.
6. A estos objetivos se suman los planteados por el III Congreso para la convocación del Simposio y que desde ahora se quieren ir trabajando gradualmente:
“1º Objetivo general: Impulsar la misión y dinamismo apostólico de la FaMVD y proyectar su expansión.
2º Objetivos específicos: escuchar las diferentes realidades y experiencias de la Familia; estudiar, reflexionar y unificar criterios referentes a la definición de lo que es la FaMVD y distintas formas de vinculación y de actuación apostólica; recoger y proponer documentos que podrían dar luz para regular jurídicamente y configurar la FaMVD universal; en la medida de lo posible, proponer un Estatuto con carácter jurídico para toda la FaMVD, y reglamentos para regir los distintos estados de vida que en ella van surgiendo”[3].
7. En estos últimos años, nos hemos ido haciendo conscientes de la importancia vital del tema de la Familia VD. Estos Lineamenta desean, por ello, orientar la reflexión de la Fraternidad y de la entera Familia VD hasta el Simposio de la Familia en el 2009, y, al mismo tiempo consolidar el camino de la Familia Vd en sus diversas experiencias ya existentes. El periodo que ahora se abre con la presentación de los Lineamenta podrá, además, suscitar nuevos impulsos en el trabajo apostólico de la comunidad, abrir campos nuevos para las vocaciones futuras y ayudar en el discernimiento de las mismas; la consolidación de la Familia VD nos ofrecerá, también, posibilidades inmensas en la misión Ad gentes: donde la Fraternidad no pueda llegar, la Familia podrá ofrecer nuestra espiritualidad y misión más fácilmente.

Naturaleza y claves de lectura del documento
8. La naturaleza del documento viene caracterizada por su misma peculiaridad de Lineamenta preparatorios de un simposio, es decir, pretenden abrir el diálogo y perspectivas nuevas. Su objetivo no es definir contenidos sino suscitar un diálogo y un camino de trabajo comunitario hacia la configuración de la FaMVD, tarea que a todos nos incumbe. Por eso, en algunos puntos, el documento presenta opiniones diversas existentes actualmente en la Fraternidad sobre temas relacionados con la Familia. Pretende, así, ofrecer un panorama amplio que permita llegar a formulaciones más consensuadas.
9. Somos conscientes que son muchas las experiencias de la Fraternidad en su deseo de configurar la FaMVD y diversas expresiones las del trabajo apostólico del VD, sin embargo, la reflexión escrita y las definiciones claras son mucho más sucintas. Por ello, la reflexión que ahora presentamos es un primer borrador que, durante el camino de preparación del Simposio, podrá ser enriquecido entre todos, adquiriendo nuevas visiones y corrigiendo puntos que sean necesarios mejorar en la reflexión. Sabedores de este límite, presentamos con temor y temblor esta síntesis de los pasos realizados hasta la actualidad con el deseo que abra un camino fecundo de reflexión y de praxis.
10. Los Lineamenta constan de una primera parte donde hacemos memoria histórica y recogemos brevemente elementos importantes en la configuración de la realidad de la Familia VD; en la segunda parte ofrecemos unas líneas orientadoras que ofrecen algunos temas claves en la preparación para el Simposio; en la tercera parte ofrecemos algunas indicaciones sobre el método de trabajo. Al final de la mayoría de los puntos hemos deseado dejar abiertos los Lineamenta con unas preguntas, cuyas respuestas en los distintos ámbitos de trabajo irán enriqueciendo la preparación del Simposio.
11. Damos las gracias a Dios por el camino fecundo realizado en nuestra breve historia, y agradecemos, desde ahora, a todos los miembros de la Fraternidad y de la Familia, vuestra colaboración. Os pedimos que apoyéis de corazón todo el proceso hasta el Simposio con vuestras oraciones y vuestras aportaciones; y que las personas de vuestras comunidades que sienten ser parte de la FaMVD también nos hagan llegar sugerencias.
12. Pedimos también a María, Madre de la Familia Verbum Dei, que nos acompañe, orando con nosotros en el cenáculo[4], para que abiertos a la continua acción del Espíritu, podamos ofrecer a la Iglesia y al mundo de hoy, “con el espíritu de la primera comunidad cristiana”[5], la FaMVD que Dios quiere recrear y configurar con la aportación de todos.
2. Memoria del camino recorrido

2.1 Intuiciones fundacionales y camino histórico

13. La Fraternidad Misionera Verbum Dei nace en el contexto de un movimiento de predicación de convivencias en Mallorca (años 1958-1962). Su fundador, el P. Jaime Bonet, va suscitando un grupo de personas con el deseo de consagrarse a Dios para el anuncio del Evangelio y con el deseo de ser fermento de Reino en nuestro mundo.
14. Desde el inicio del VD, la vida y la predicación de Jaime Bonet suscitó un doble movimiento: el deseo de consagración a Dios desde una radicalidad afín y el deseo de llevar el Evangelio al mayor número posible de personas[6]. La aspiración de Jaime Bonet para todos era que viviesen su vocación de conformación con Cristo llegando a ser sus apóstoles (ser Jesús, ser discípulos de Cristo).
15. Este camino germinal en la historia del Verbum Dei fue adquiriendo diversas plasmaciones o modelos: proceso de discipulado, escuelas de la Palabra[7] y de apóstoles, fraternidades, y otros modelos más específicos según la comunidad o el talante de las personas que los suscitaban[8].
16. De esta forma se fue creando, gradualmente, una conciencia de nuestra identidad como una misma estructura en la que se integran la Fraternidad Misionera Verbum Dei y la FaMVD[9], entendida la primera como núcleo de consagrados y la segunda como una familia apostólica que aspira a la consagración desde una inserción en el mundo.
17. El nombre de FaMVD se fue gestando desde 1990 hasta que toma forma definitiva en las Constituciones del 2000. Su nombre evoca el sentido de relaciones familiares con Dios y con los hermanos que compartimos una misma sangre (el carisma), un mismo fin misionero, así como una única familia unida por el carisma Verbum Dei, con su doble misión de revelar y anunciar el rostro de Dios[10].
18. En el momento de la aprobación pontificia (15 abril 2000) la FaMVD queda bosquejada en el número 2 de nuestras constituciones, dejando abierta la puerta para posteriores maduraciones:
CFMVD 2: La Fraternidad Misionera Verbum Dei es parte de la FAMILIA MISIONERA VERBUM DEI, a la cual pertenecen otros fieles que comparten la misma espiritualidad y misión.
19. Posteriormente, el Congreso del 2007, aún con los límites de tiempo en el trabajo, supuso un impulso en el deseo de configurar la FaMVD tal como lo reflejan las siguientes palabras:
“En este sexenio queremos dedicar especial atención a esta realidad que es variada en sí y en sus manifestaciones. En la actualidad, su realidad jurídica está en fase de configuración. De hecho, van surgiendo grupos diferentes entre sí que, con una vocación específica propia y reconocida, gozan de la llamada a vivir nuestro carisma en un ámbito diverso de la Fraternidad”[11].


2.2 Planteamientos actuales
20. En el momento actual la Fraternidad y la entera Familia VD suscitan diversos planteamientos abiertos que han de ir madurando hasta el Simposio[12]:
§ La necesidad de consolidar la identidad y la estructura de la FaMVD y de dar pasos en su formulación teórico práctica.
§ Encontrar una estructura homogénea y reconocida por todo el VD y consolidarla jurídicamente en la Iglesia, siendo fieles a la intuición fundacional suscitada por Dios. Una relación orgánica entre la FMVD y la FaMVD[13].
§ Suscitar una mayor organización y estructuración teoría-práctica, que pueda dar a espacio a una variedad y flexibilidad de modelos en torno a la unidad.
§ Dar pasos de constitución y crecimiento en cada uno de los distintos grupos o asociaciones que van despuntando en nuestra historia.
§ Ofrecer caminos formativos y pedagógicos adecuados en la FaMVD y para ello una formación suficiente en los miembros de la FMVD para poder crear este tipo de estructura orgánica y formativa.
§ Deseo de tener una conciencia de pertenencia adecuada a la FaMVD y participación en el carisma VD.
§ La necesidad de una inserción adecuada y reconocida de la FaMVD en las Iglesias locales.
§ Que el Simposio sea un punto de llegada y al mismo tiempo un momento de expansión de la FaMVD Dei con buenos fundamentos.


2.3 Algunas precisiones terminológicas

21. En la historia del Verbum Dei y su reflexión sobre el carisma los términos que hemos utilizado para designar las realidades del carisma no siempre han coincidido, y aún utilizando los mismos términos les hemos atribuido significados diversos. Por otro lado, no es extraño cuando en la misma praxis de la Iglesia y de la Teología, muchos de estos términos (como movimientos, consagración, formas nuevas, etc.) están en un camino germinal de su praxis o de su reflexión teológica, y en algunos momentos son ambivalentes en su significado. Se hace necesario por tanto dar pasos en el esfuerzo de unificar la terminología y el significado que atribuimos a la misma.
22. En el siguiente punto, abrimos el campo al diálogo para buscar una mayor precisión. Transcribimos aquí algunos términos con el significado atribuido en los Lineamenta, siempre con la conciencia de poder enriquecer y mejorar la nomenclatura del carisma.
1) Fraternidad Misionera Verbum Dei (FMVD): Una misma realidad única y unificada que compone tres Ramas: Misioneras, Misioneros y Matrimonios Misioneros
2) Familia Misionera Verbum Dei (FaMVD): realidad determinada con una consistencia jurídica compuesta por todas las personas que comparten el carisma y misión VD con la Fraternidad.
3) Movimiento Verbum Dei: en algunos ambientes comunitarios, con este término se designa todas las personas que de un modo u otro participan en la espiritualidad y misión del Verbum Dei o se benefician del mismo. El Congreso 2007, afirmaba:
“El término “Movimiento” se usa en el contexto eclesiástico para describir el apostolado de las grandes espiritualidades del post-concilio [...]. El término “Familia”, por otro lado, es aplicado a otras realidades de la Iglesia que engloban miembros de institutos de vida consagrada, sacerdotes y laicos que comparten una misma espiritualidad. Nos parece más adecuado usar el término “Familia” para describir los grupos que han sido despertados a la fe por la predicación de la FMVD y que sienten la llamada a vivir, no sólo nuestra espiritualidad sino también nuestra misión”[14].
4) Discípulos en el Verbum Dei: las personas que hacen un camino de seguimiento de Cristo en el seno de la Familia o del movimiento Verbum Dei. El nombre hace más referencia al sentido de discipulado de Jesús y de iniciación que al grado específico de compromiso. El discipulado Verbum Dei es el camino genérico de conformación con Cristo en su misma misión y siguiendo el carisma Verbum Dei. En algunos de nuestros apostolados, se evita utilizar este término pues se piensa que debe permanecer como una palabra del Evangelio sin identificarlo con la estructura de una espiritualidad particular como la nuestra[15].
5) Consagración: se habla de consagración desde significados análogos pero no coincidentes: consagración como estado de vida y consagración sacramental. Esta última es referida a la consagración bautismal, consagración matrimonial, consagración ministerial o consagración laical[16].
6) Laicos, fieles: el término “fieles”, más amplio, asigna en el Derecho Canónico a todos los bautizados, mientras que el término “laicos” hace referencia solamente a aquellos fieles que no son sacerdotes ni viven el estado de vida consagrada.
7) Votos, promesas, compromisos[17]: hablamos de votos en la Fraternidad, de promesas y otros vínculos de compromiso en la Familia, todos apuntando a la vivencia plena de la consagración bautismal. La llamada peculiar de cada uno conllevará formas distintas de compromiso y vinculación.
8) Grupos del Verbum Dei: nos referimos a las diversas formas de estar en la Familia Verbum Dei. En el momento actual el tema está en estudio, sin haber llegado a una definición sobre la forma de asociarse en la Familia, a excepción de los Laicos Misioneros Consagrados.

Preguntas sobre el apartado

· De la terminología qué utilizamos en el VD parar describir las distintas realidades, ¿cuáles te parecen más adecuada o menos adecuadas? ¿Cuál propondrías tú?
· ¿Qué planteamientos sobre la Familia piensas que han de ir madurando hasta el Simposio?



3. Líneas orientadoras

23. Una misma llamada de Dios une a los miembros de la FaMVD, a participar de la misma espiritualidad y misión Verbum Dei. Dios reúne en la FaMVD eligiendo personas de diversas edades, estados y situaciones de vida, que desean hacer de la Palabra de Dios el centro de su vida, compartiendo la misión, llegando a formar parte, de maneras diferentes, de la misma familia misionera.
24. La Palabra de Dios, ilumina y hermana nuestros pasos en una forma propia de oración, un testimonio evangélico, el amor fraterno y la amistad, la celebración de los momentos importantes en torno a los sacramentos. Por la Palabra, también, nuestras vidas se unen en una misma misión de anunciar el Reino de Dios, cada uno desde sus capacidades y talentos, desde su sensibilidad y posibilidad. Esta comunión, gestada en la escucha de Dios, nos lleva también a compartir talentos, iniciativas y sugerencias deseando que el amor de Dios llegue a todas las personas de nuestro mundo.
25. El Espíritu Santo va suscitando en nosotros una conciencia renovada sobre el alcance de nuestra vida misionera: el don del carisma Verbum Dei no se puede reducir a un grupo pequeño de miembros de la Fraternidad sino que es un don para un pueblo profético, sacerdotal y real (cf. Ex 19, 5-6). Sentimos que el espacio vital de la Fraternidad ha de ensancharse al ritmo del corazón del mismo Jesús, quien eligió a los Doce (cf. Lc 6,12-16), compartió también su misión con 72 (cf. Lc 10,1-24), se apareció a 500 (cf. 1Co 15,6) y deseó que su palabra de vida llegara a todos los hombres (cf. Mt 28,19-20; Mc 16, 15; 1Tm 2,4). Después de la Resurrección y de Pentecostés, a la par de las primeras conversiones y de la consolidación de la comunidad (cf. Hch 2,42-47; 4,32-35) se hizo patente la realización de la promesa de Joel: “Todos tus hijos profetizarán” (cf. Hch 2,14-21).
26. Del mismo modo que la comunidad de Jesús se expandía y sembraba por doquier la palabra de vida, así sentimos cómo Dios va ensanchando el espacio del Verbum Dei (de 12, a 72, 500, y a todas las gentes), abriendo nuevas formas de pertenencia y realización de la misma misión y carisma. A un corazón misionero ha de corresponder una comunión misionera, una familia de discípulos y apóstoles misioneros inquietos por hacer presente el Reino de Dios entre gentes de toda raza, sexo, condición social, edad o situación de vida; en otras palabras, una Familia misionera al servicio de la Palabra de Dios.

3.1 Identidad

27. La FaMVD es la realidad comunitaria constituida por personas que comparten la misión y espiritualidad Verbum Dei.
28. La Familia reúne a fieles de todas las condiciones que han sentido la llamada de Dios a formar parte de la FaMVD desde la vivencia y centralidad de la Palabra de Dios en un dinamismo misionero[18]. A todos une una misma vocación a ser Verbum Dei: revelación personal y comunitaria de la vida de Jesús y anuncio de su Evangelio[19].
29. Su objetivo e intencionalidad específica es que la Palabra de Dios pueda llegar a todas las realidades y al corazón de todos los hombres para transformarlos según el proyecto de Dios de reunir la Humanidad en una misma familia.
30. La dedicación a la oración y al ministerio de la Palabra es una tarea de toda la Familia Verbum Dei. En ella, la misión adopta diversas modalidades y espacios según la creatividad de sus miembros y las diferentes sensibilidades de los pueblos y personas a los que se dirige[20].
31. El servicio total y exclusivo a la Palabra de Dios-Cristo (cf. 1Jn 1,1-4) con toda su riqueza (cf. Ef 3,14-19) abre un amplio abanico de facetas y procesos dinámicos que posibilitan el dar y recibir la Palabra de Dios[21]. La Palabra hace crecer y madurar a todos hasta la plenitud de Cristo, de modo que toda la comunidad se convierta en difusora de esta dinámica de escucha, encarnación y predicación de la Palabra de Dios[22].

Preguntas sobre el apartado

· ¿Qué entiendes por FaMVD?
· En vuestra comunidad local, ¿quién se siente ya parte de la FaMVD?
· ¿Qué distingue la FaMVD de otras familias o movimientos de la Iglesia?
· ¿Qué grupos distintos pertenecientes la Familia podéis distinguir en vuestra comunidad y qué características tienen estos grupos? ¿Qué les diferencia unos de otros?
· ¿Cuáles serian los elementos básicos y esenciales que todos los miembros de la Familia compartirían? ¿Las personas pertenecientes a la FaMVD tendrían que compartir todos los elementos o sólo algunos?
· ¿Qué sería lo específico de la vivencia del carisma VD en los miembros de la Familia a diferencia de los miembros de la Fraternidad?






3.2 Relación de la Fraternidad Misionera VD y la Familia Misionera VD

32. El número 2 de las Constituciones sitúa la relación de la Fraternidad y de la Familia en una misma estructura: “La Fraternidad Misionera Verbum Dei es parte de la FAMILIA MISIONERA VERBUM DEI, a la cual pertenecen otros fieles que comparten la misma espiritualidad y misión”.
33. El Congreso del 2007, ofreció, de su parte, un texto orientador que conlleva una concepción con matices diversos[23]: “La Fraternidad Misionera Verbum Dei comparte con la Familia Misionera Verbum Dei la misma espiritualidad y misión, fortaleciéndose mutuamente en fidelidad al mismo carisma. La Familia Misionera Verbum Dei está vinculada a la Fraternidad Misionera Verbum Dei por la normativa adecuada que ésta le proporciona”[24].
34. El camino de reflexión hacia el Simposio tiene el reto de encontrar la articulación que corresponda más al carisma e intuición fundacional, pues una formulación u otra afecta esencialmente a la identidad.
35. Algunas consideraciones que queremos aportar en estos Lineamenta son las siguientes:
a. La FaMVD se configura, desde el núcleo de vida consagrada, como una realidad apostólica que genera y sostiene un dinamismo apostólico y espiritual abierto a todas las gentes. Familia que busca que cada discípulo de Cristo pueda desplegar al máximo su consagración bautismal, dando testimonio y predicando la Palabra de Dios a todas las gentes (cf. Mt 28,19-20).
b. Los miembros de la FaMVD serían quienes representaran y visibilizaran el carisma de una manera más eficaz, son la punta de lanza de la Fraternidad. La FaMVD representa el carisma y no sólo colabora con aquellos que lo tienen oficialmente (FMVD); de su parte, la Fraternidad garantiza la vivencia del carisma de la Familia, algo así, como la función del corazón en el cuerpo humano, que siendo parte del mismo, bombea la sangre a todo el cuerpo (en esta analogía la sangre sería el carisma).
c. La Fraternidad y la FaMVD están estrechamente vinculadas: la FMVD existe en función de suscitar, garantizar y promocionar el apostolado de la FaMVD en la Iglesia[25]. La máxima promoción apostólica de cada miembro de la FaMVD es el núcleo de la misión de cada miembro de la Fraternidad: “Nuestra aspiración será formar incansablemente células vivas y nuevas comunidades dinámicas que compartan con todos la vida eterna para alabanza del Padre”[26].
d. Los miembros de la Familia reciben de la Fraternidad la formación y acompañamiento espiritual, comparten con ellos la misma misión y espiritualidad, y por su parte se comprometen a enriquecer la Fraternidad desde sus posibilidades con la propia aportación en la gestión de las obras de la Fraternidad.




Preguntas sobre el apartado

¿Cuál es la relación que se vive en vuestra comunidad local entre la Fraternidad y la FaMVD? ¿Cómo concibes que debería ser la relación entre Fraternidad y Familia?


3.3 Espiritualidad FaMVD

36. Los miembros de la FaMVD han sentido una llamada de Dios desde la sintonía de corazón hacia la fraternidad y el fruto apostólico que ésta genera. Esta concordia, se manifiesta, sobre todo, en la afinidad con los caminos espirituales del Verbum Dei y la conciencia del valor de la misión que realiza el Verbum Dei en la Iglesia y en el mundo.
37. La espiritualidad del Verbum Dei[27], al igual que su misión, está centrada en la Palabra de Dios: de ella bebe como de su fuente, es alimento diario, guía y ritmo en un camino de crecimiento en la caridad y en la misión evangelizadora[28]. La centralidad de la Palabra, ya sea en la espiritualidad como en la misión, es el núcleo de la FaMVD. En efecto, la Palabra de Dios, centro y motor del carisma Verbum Dei, da lugar a distintas formas de realización apostólica e ilumina de múltiples formas la oración, la vivencia, la fraternidad, el testimonio de los miembros de la FaMVD.
38. Esta espiritualidad de la FaMVD tiene unos rasgos característicos que podríamos resumir en: La vocación personal y comunitaria; espiritualidad contemplativo-misionera, que apunta al crecimiento y configuración de cada miembro con Cristo en su mismo amor y misión; centralidad de la Palabra de Dios según el dinamismo de la Palabra propio del Verbum Dei; que se realiza a través de la oración, testimonio de vida evangélico y ministerio de la Palabra; bebe de las fuentes de espiritualidad: Inhabitación de la Trinidad, Eucaristía, Cuerpo Místico de Cristo, María; urgencia misionera (como espiritualidad y como estilo de vida) que no nace de exigencias externas sino de un corazón misionero; espíritu de las primeras comunidades cristianas: fraternidad universal, amor fraterno comprometido con los hermanos de cerca y de lejos, ambientes de familia, etc.; vivencia del espíritu de las bienaventuranzas.
39. Esta participación en una misma espiritualidad pide que la Palabra sea[29]:
§ Escuchada: “Escucha, Israel” (Dt 6,3-4).
§ Orada y asimilada: “Come este rollo y ve luego a hablar... aliméntate y sáciate” (Ez 3,1-3).
§ Vivida: “No todo el que me diga Señor, Señor... sino el que haga la voluntad del Padre” (Mt 7,21).
§ Compartida: la adhesión a la Palabra (a Cristo) se manifiesta y verifica en la adhesión a una comunidad de fe, a un camino comunitario de crecimiento y propagación de la fe.
§ Anunciada: “No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído”, Hch 4,20.
§ Celebrada: la palabra acogida y compartida es celebrada litúrgicamente en comunidad[30].
§ Enseñada a otros de forma que a su vez la enseñen (“hacer hacer”)[31].
40. Desde lo común y general, cada modo de pertenencia en la FaMVD habrá de asimilar lo particular de la vivencia de la espiritualidad Verbum Dei según su estado, etapa vital y situación existencial, realizándose en modos diversos según la especificidad y peculiaridad de la llamada de cada uno.

Preguntas sobre el apartado

· ¿Cuáles consideras que serían los medios de espiritualidad propios de la FaMVD?
· ¿Qué sería lo específico en su forma de vivirlos en la FaMVD?


3.4 Misión Verbum Dei.

41. Los miembros de la FaMVD están unidos en la misma misión de anunciar el Reino de Dios, cada uno desde sus capacidades y talentos, desde su sensibilidad y posibilidad.
42. Su objetivo y punto de mira es formar apóstoles de Cristo de entre las gentes de todo estado de vida, sexo, raza y condición social[32]. Este objetivo, se plasmará de formas distintas pero siempre estarán en el corazón y estilo de la misión de la Familia en todas sus formas.
43. La misión Verbum Dei busca desplegar las posibilidades de la misión de cada uno de los miembros de la FaMVD con la tarea del anuncio del Evangelio. Misión que se concreta en la máxima promoción de la vocación profética, sacerdotal y real de cada bautizado. La fidelidad de cada uno en su peculiar llamada es impulso para todos los otros en la perseverancia más allá de las dificultades. Esta comunión, gestada en la escucha de Dios, nos lleva a compartir iniciativas y sugerencias deseando que el amor de Dios llegue a las mujeres y hombres de nuestro mundo.
44. De entre los muchos medios que puede utilizar para desarrollar su misión, la FaMVD tiene como encargo especial los siguientes:
a) Catequesis para niños, adolescentes, jóvenes, adultos y Escuelas de la Palabra[33].
b) Escuelas de Evangelización: el arte de transmitir el evangelio desde distintas plataformas que no impliquen necesariamente la predicación explicita de la Palabra. Se mantiene siempre la centralidad de la Palabra.
c) Escuelas para enseñar a predicar (es una novedad en los círculos eclesiásticos pues serían laicos a hacerlo con el aval de la FMVD).
d) Ejercicios Espirituales con la impronta de nuestra espiritualidad VD (también con la posibilidad de que sean dirigidos por laicos con el apoyo sacramental).
e) Acompañamiento espiritual: varios de sus miembros están capacitados para ofrecer este importante medio de vida espiritual, haciéndolo en el ámbito de la FaMVD y en las instancias de la Iglesia local que lo soliciten.
f) La FaMVD como hogar de comunión fraterna y comunión de ministerios: aunque no se trate de una actividad específica, es una condición esencial para que los medios apostólicos hasta ahora mencionados se desarrollen según esa intención del Fundador de formar comunidades de vida evangélica. Es la mejor escuela de discípulos y apóstoles en la que todos los miembros de la FaMVD, sin excepción, contribuyen a que nuestra Familia se dedique a la oración y al ministerio de la Palabra (ver 3.5).
El desarrollo de dichas actividades apostólicas, consideradas esenciales al trabajo de la FaMVD, suponen por parte de sus miembros una gran preparación espiritual, teológica y pastoral. Será tarea del gobierno local, en plena comunión con la FMVD, garantizar la formación adecuada a este objetivo.

Preguntas sobre el apartado

· ¿Cuál sería la especificidad de la vocación y misión en los miembros de la FaMVD a diferencia de los miembros de la FMVD?
· ¿Qué formación apostólica y espiritual tienen y reciben las personas que pertenecen a la FaMVD?
· ¿Cuáles serían los medios propios de preparación de la misión y las plataformas apostólicas propias de los miembros de la FaMVD?
· ¿Qué tipo de modelos apostólicos se vive en tu comunidad local y que actividades misioneras se realizan?
· ¿Cuáles son las actividades que realiza la gente en nombre propio, y cuáles en nombre de la FaMVD?


3.5 Consagración

45. La aspiración a vivir una consagración a Dios desde una dedicación misionera es uno de los elementos claves en el carisma VD y en la predicación de su fundador, el P. Jaime Bonet. Aún hablando de formas distintas de consagración, en virtud de las distintas situaciones y estados de la FaMVD, los miembros de la Familia son orientados a una vivencia de la consagración misionera según el espíritu Verbum Dei.
46. El elemento caracterizador de la consagración para los miembros de la Familia es la vivencia de su consagración bautismal en medio del mundo como respuesta personal a la llamada de Dios después de un serio discernimiento[34].
47. La consagración en los miembros de la FaMVD no se caracteriza por la profesión de votos públicos. Eso identifica necesariamente los miembros de la FMVD pero no a los miembros de la FaMVD, cuya consagración y estilo de vida ha de ser caracterizado por una mayor flexibilidad y adaptación desde las realidades y situaciones de vida que caracteriza su consagración laical.
48. El tipo de vinculación en la Familia puede ser variado según la llamada específica de Dios (promesas, compromisos, vinculación civil, etc.). A todos los miembros de la FaMVD nos une el deseo y la búsqueda de vivir la plenitud de la consagración bautismal desde la llamada personal de Dios y desde la llamada comunitaria en un mismo carisma.

Preguntas sobre el apartado

· ¿Qué tipo de vínculos o compromisos practican los miembros de la Familia en las realidades del Verbum Dei que tú has conocido?
· ¿Cuáles crees que podrían ser?
· ¿En qué aspectos los miembros de la Familia se comprometen y cuáles son las ayudas que reciben?


3.6 La vivencia del amor fraterno

49. Todos aquellos, que de una forma u otra, han conocido el Verbum Dei y sienten esa atracción de espíritu –concordia espiritual– están invitados a conocer y amar el Verbum Dei, a quererlo como su familia y sentirlo como su casa, a participar en la común misión desde su propia capacidad.
50. La llamada de Dios Padre, de quien toma nombre toda familia, nos une con unos vínculos más fuertes que los de carne y sangre. “¿Quién es mi madre y mis hermanos?” -dirá Jesús a los que le hablan de su familia- los que escuchan mi palabra y la ponen en práctica”[35]. Esta familia desea poner en el centro de su forma de amar y de su estilo fraterno el mismo amor de Jesús y responder así al legado de Jesús en la Pascua (cf. Jn 13-17).
51. La primera comunidad cristiana se nos ofrece como continua llamada a poder transformar nuestra comunión según el amor que emana siempre nuevo de la Pascua. La Fraternidad tiene en el núcleo mismo de la definición de su identidad y carisma el espíritu de las primeras comunidades cristianas[36], que le marcan el carácter y el estilo de vivir la fraternidad dándoles una fuerza apostólica tal que “gozaban del favor de todo el pueblo y el Señor añadía cada día al grupo a todos los que entraban por el camino de la salvación... atraía a sí a todos los que debían salvarse”[37]. Este mismo estilo de vida marca la vida de la Familia VD.
52. Los rasgos más marcados de las primeras comunidades, como afirma la carta pastoral de los obispos vascos para la Cuaresma del año 2005, son: “la viva conciencia de que el Espíritu está presente en ellas[38]; el reunirse para escuchar y celebrar la Palabra, la Eucaristía y la oración común como pieza ineludible en el programa de su vida[39]; un vivo sentido de fraternidad[40] en virtud de la cual practican una generosa comunicación de sus bienes[41]; la dedicación activa a la mutua edificación[42]; entre sus miembros están abolidas las barreras sociales y culturales[43]; están igualmente excluidas las relaciones de dominio[44] y de violencia[45]; se sienten diferentes del resto de la sociedad[46], aunque pertenecientes a ella y servidores[47], no obstante adoptan una actitud de resistencia cuando así lo pide la fidelidad al Evangelio[48]; su presencia causa sorpresa, admiración y agresividad[49]; no son comunidades sin pecado: subsisten la ambición, los protagonismos, las rivalidades, los deslices sexuales[50], pero hay en ellos una fuerza que les induce a mantener su identidad, a vivir como comunidad alternativa y a ofrecer su testimonio a la sociedad”[51].
53. La vivencia del amor fraterno[52] conlleva distintas formas de expresión según los ámbitos:
1) El amor fraterno en cada uno de los grupos de la FaMVD y para con todos los hermanos en la fe en la comunidad local o zona en la que se participa.
2) Amor fraterno que une los miembros de la FMVD y los miembros de la FaMVD en los cinco continentes con un amor universal.
3) El afecto filial y fraterno a la Iglesia local y universal[53].
4) El amor solidario universal para con la humanidad.
54. El amor fraterno que tiene su fuente en la misma llamada de Dios, se manifiesta en un sentido de familia de fe y adquiere formas de comunitariedad diferente. Puesto que esta familia es de todos, también sus miembros han de poder alegrarse por ella, celebrar la vida en ella, crecer en el amor en ella, enseñarla a otros. El término «Familia» expresa un compromiso de amor fraterno muy vital puesto que los miembros de la Familia viven plenamente insertos en el mundo, en la dispersión de la vida de los grandes núcleos urbanos, donde la propia identidad queda dispersa en medio de ambientes globalizados.
55. Este contexto de vivencia fraterna ha de poder potenciar en cada miembro su crecimiento personal en el amor humano y en el amor divino, desde el desarrollo armónico y equilibrado de la afectividad, en cuyo centro ponemos el amor de la Trinidad, el amor al Cuerpo Místico de Cristo, el amor Eucarístico y el amor de María.
56. Algunos medios que el Verbum Dei propone para el crecimiento en la vida de fe y en un sano amor fraterno son la revisión de vida, momentos de comunión fraterna, la creación de fraternidades de vida evangélica y evangelizadoras[54].

Preguntas sobre el apartado

· ¿Qué tipo de amor fraterno ha de suscitarse entre los miembros de la Familia y entre los miembros de la Familia y la Fraternidad?
· ¿Cuáles pueden ser los momentos que definen la concreción de la vivencia fraterna?
· ¿Cómo se ha de manifestar el amor fraterno “con el espíritu de las primeras comunidades cristianas”[55] en una realidad misionera que se llama “Familia”, “Misionera”, “Verbum Dei”?


3.7 Estructuración jurídica de la FaMVD

57. El Verbum Dei se plasma desde formas de pertenencia diversas pero adecuadas a la llamada y situación de cada persona. El que siente esta llamada de Dios ha de poder encontrarse a gusto, siendo fecundo desde el fruto que Dios desea en la vida de cada uno[56].
58. La estructuración que vaya adquiriendo la Familia ha de tomar en cuenta la intención del fundador, el P. Jaime Bonet, de promocionar la participación y responsabilidad de todos los miembros de la Familia en el apostolado, desarrollando su adecuada autonomía en modo que permita la expansión del carisma en otros lugares.
59. La vivencia carismática no contradice la búsqueda de una estructuración jurídica. Ésta busca, más bien, potenciar y fortalecer la realidad carismática, ayudando a que pueda tener continuidad en el tiempo, más allá de las personas y de las realidades cambiantes.
60. Recientes diálogos aportan luz al debate del Congreso sobre la colocación jurídica de la Familia Verbum Dei:
1) El número 2 de las Constituciones, aprobadas el 14 de abril del 2000, que contempla la existencia de otros fieles vinculados a la Fraternidad Misionera Verbum Dei[57], podría derivar en la constitución de una asociación de fieles en virtud de los cánones 317.2 y 312.1. En este caso, la FaMVD quedaría encuadrada bajo el Dicasterio de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica al igual que la Fraternidad, e inseparable de la misma.
2) La Santa Sede concede a la Fraternidad la potestad[58] de regular la vida de la FaMVD, con la aprobación de Estatutos o Reglamentos supervisados en un Congreso General y siempre según el espíritu de las Constituciones.
3) La FMVD presenta a la Santa Sede un Decreto de vinculación de la Familia Verbum Dei, con algunos rasgos fundamentales[59], y una vez estudiada, la aprueba, estableciéndose así una forma jurídica reconocida.
4) El carácter de la FaMVD es internacional. En las diócesis donde la Fraternidad existe queda bajo la tutela de la Fraternidad y donde no existiera, después de haber solicitado el permiso al Obispo Ordinario, la Fraternidad erige una sede de la FaMVD que es guiada desde la comunidad local más cercana.
5) El modo de gobierno de la Familia y su vinculación a la Fraternidad ha de estudiarse en este camino de preparación al Simposio, con las debidas consultas a especialistas y juristas en este tipo de asociacionismo vinculado a los Institutos de vida consagrada.


3.8 Formas diversas de vinculación

61. La organización de la FaMVD se realiza en dos polos de pertenencia complementarios:
1) En un ámbito internacional como una misma FaMVD en los cinco continentes y en un ámbito local o de zona desde la participación concreta en la Familia en la comunidad local
2) La participación en la Familia tiene una connotación genérica, como miembro de una misma FaMVD y tiene una connotación específica según la llamada peculiar de cada persona.
62. La organización internacional será vital para que el mismo espíritu y misión Verbum Dei una a los miembros de la FaMVD en una misma vocación. El acento primordial, sin embargo, descansa en la organización local, puesto que la FaMVD se origina y se despliega en un espacio geográfico concreto en torno a una comunidad local.
63. Sea que la FaMVD se estructura en torno a una comunidad local de la FMVD o que nace espontáneamente fruto de la evangelización, su razón de ser gira en torno a la creación del pueblo de Dios que comparte el carisma VD en una ciudad o pueblo. El gobierno de la FaMVD, tiene por tanto una fuerte identidad local.
64. La interrelación de los miembros de la FaMVD en un espacio más amplio favorecerá el surgimiento de una Zona (o área) que potenciará el conocimiento, crecimiento y organización de los miembros de la FaMVD en diversas ciudades próximas.
65. Parte del esfuerzo organizativo de la FaMVD es el camino hacia la constitución de órganos de gobierno locales que puedan orientar, regir y potenciar todo su apostolado. Dicha estructura se basará en el principio de comunión entre los distintos modos de pertenencia presentes en la FaMVD local. La FMVD estará necesariamente presente en este órgano, aunque su participación se deba estudiar atentamente para que sea, como el III CG ha afirmado, garantía del desarrollo de la FaMVD, sin suplantarlo.




Preguntas sobre los apartados 3.7 y 3.8

Sobre el marco jurídico:

· ¿Cuáles son las ventajas y los riesgos de poner más énfasis en los aspectos local/universal, unidad/diversidad de sus formas de asociación o de modos de pertenencia?
· ¿Piensas que puedan ser incompatibles las asociaciones específicas con un trabajo amplio de toda la Familia?
· ¿Cómo afecta económicamente en las comunidades locales la plasmación de la FaMVD en su vinculación global?
· ¿Qué formas de coordinación o participación de la Familia en el gobierno local conoces o piensas que sería la más adecuada?

Sobre la organización local:

· Pensando sobre todo en estructuras en las que personas de la Familia y de la Fraternidad trabajen regularmente para orientar juntos el desarrollo de la comunidad:
· ¿Conoces experiencias de estructuras de gobierno locales de este tipo que ya se estén implementando en nuestros apostolados?
· ¿Cuáles son sus principales características?
· ¿Con qué frecuencia se reúnen?
· ¿Cómo se toman las decisiones que configuran la marcha del apostolado?


3.9 El proceso de vinculación

66. Desde el encuentro personal con Dios o intuición de la grandeza del tesoro de la fe, las personas inician un camino de conocimiento de Dios y de realización de la misión en formas muy diversas pero vinculadas por la participación en la FaMVD.
67. El camino pedagógico para ir introduciéndose en la FaMVD consiste en la participación en las actividades espirituales y apostólicas de la FaMVD; camino a modo de escuela de fe, de vida, de fraternidad y de misión.
68. Cuando la persona manifiesta un deseo de vínculos más formales o estables con la FaMVD los responsables del VD de la comunidad local acompaña a la persona desde:
1) El desarrollo del sentido genérico de identidad y pertenencia a la FaMVD. Este sentido genérico de pertenencia a la Familia se concreta en la vivencia de unos deberes y derechos mínimos: 1) Compromisos: vida espiritual, vivencia fraterna, misión y colaboración, consagración o estilo de vida; 2) Ayudas que las personas reciben: acompañamiento espiritual, formación, participación en los medios de la familia[60].
2) La ayuda en el discernimiento de la vocación propia, con propuestas de un camino de formación adecuado
3) El camino de acompañamiento y discernimiento culmina con un compromiso de pertenencia a la FaMVD[61] siempre que la persona sienta la llamada a pertenecer al Verbum Dei. Ratificarán o renovarán periódicamente el compromiso.
69. Este camino habrá de ser gradual y progresivo:
1) A través de pasos progresivos y visibles en los que se va ratificando un camino de formación, de opciones de vida, de sentido de pertenencia, de asunción de responsabilidades
2) La persona hace un compromiso, promesa, paso u otro tipo de forma de vinculación
3) La persona crece, renueva o ratifica su compromiso hasta poder llegar a su estado normal en la familia o a un compromiso permanente
70. En cualquier asociación humana o religiosa, los signos distintivos ayudan a forjar una conciencia de identidad y un sentido de pertenencia. La FaMVD, sin menoscabar su espíritu fraterno y universal, ha de poder buscar signos de identidad que mejor se adapten al carisma y misión VD. Estos signos pueden suscitarse desde distintas posibilidades:
§ Fiestas propias de la Familia o de las asociaciones posibles: una propuesta posible para la Familia es que se celebrase su fiesta el día de la Santísima Trinidad.
§ Nombres distintivos en las diversas formas de pertenencia
§ Espiritualidad desde los santos que mejor reflejan la peculiaridad de su espiritualidad
§ Símbolos y signos gráficos, expresiones artísticas, cantos que recuerdan la espiritualidad y misión, etc.

Preguntas sobre el apartado

· ¿Qué formulas de compromiso ya se utilizan en vuestra comunidad?
· ¿Qué grado de autonomía sería el propio de los miembros de la Familia?
· ¿Cuáles creéis que podrían ser los diversos grupos, modos de pertenencia o vinculación a la FaMVD?


3.10 Cuadro explicativo con intuiciones fundamentales

71. Cuadro explicativo (siguiente página) claves o intuiciones del cuadro (después del cuadro):
El cuadro no es una propuesta definitiva
Es más bien una esquematización de realidades ya existentes en el Verbum Dei,
de diversas formas de trabajar puestas en conexión
y de posibilidades que pueden desarrollarse en el crecimiento del carisma.


En el cuadro, los modos de pertenecer a la Familia pueden expresarse de las siguientes formas[62]:
a. En virtud del modo de pertenencia: según un grado de iniciación (amigos*), de pertenencia (asociados*), de pertenencia estable (miembros estables*). La terminología de estos niveles puede ser diversa. Queremos evidenciar que pueden ser formas diversas de pertenencia según el nivel de compromiso.
b. Según el proceso formativo que conlleve compromisos (Escuela de la Palabra*, Escuela de Apóstoles*, Escuela de formadores*… aquí la nomenclatura es diversa en la Fraternidad (de predicación, de charlas, de evangelización, de responsables, etc)
c. Según una opción desde el estado de vida (celibato, matrimonio, sacerdocio, soltero).
d. Según la ministerialidad o formas diversas de concreción del ministerio de la Palabra.
e. Según la etapa de la vida o situación de vida.

familia misionera verbum dei amplia

Familia misionera verbum dei [con vínculos]
Gente que participa habitualmente en las actividades
sin ningún compromiso
o
camino estable


Según
ESTADO
Según ETAPAS
O situaciones vitales
Según
Ministerios


Medios comunicación
Asociaciones civiles
ONGs
Obras sociales *

con clara intencionalidad
misión VD

Fraternidad MVD

Laicos Consagrados Misioneros
Niños


Misioneras


Adolescentes



Matrimonios Misioneros
Matrimonios Familia VD *
Jóvenes
solteros * Novios
Profesionales

Misioneros

Sacerdotes diocesanos
asociados
Adultos
Grupos de
Acogida y LOGÍSTICA
Ancianos

Contemplativos

misión desde la enfermedad *



Asociación ecuménica *





Colaboradores
Familia vd
Colaboradores
de la Familia sin mucho vínculo



Asociación Interreligiosa *


Grupos de no creyentes o con nivel de fe religiosa muy bajo, pero personas de buena voluntad










modos de vinculación
Amigos
asociados
miembros estables
según proceso formativo
Escuela de la Palabra *
Escuela de Apóstoles *
Escuela de formadores de apóstoles *
Otras anotaciones sobre el cuadro
§ Formas de ser VD: Fraternidad Misionera VD (tres Ramas), Familia Misionera VD (con posibilidad de pertenecer formalmente con vínculos de pertenencia, o en un sentido más amplio que no conlleva ningún tipo de vínculo formal);
§ Diversas formas de vinculación: votos, promesas, compromisos, asociación de tipo civil, otras formas;
§ Lo común en la Familia: misión y espiritualidad VD;
§ Lo diverso de las formas de asociación: forma de vinculación y pertenencia, formas específicas de vivir la misma espiritualidad Verbum Dei, formas diversas de consagración, formas de concreción del ministerio de la Palabra.


Preguntas sobre el apartado ¿Creo que sería bueno plantear preguntas sobre el cuadro?
· ¿Qué sugerencias aportarías a este cuadro?
· ¿De qué otra manera se podría visualizar la FaMVD?


4. Propuesta de trabajo

4.1 Orientaciones para el trabajo

72. Los siguientes Lineamenta son ofrecidos para su estudio personal y comunitario. Las aportaciones a los mismas podrán canalizarse enviándolos a la Comisión de Familia VD a través del secretario de la Comisión, en los correos email secretariaFaMVD@gmail.com o FaMVD@fmverbumdei.com.
73. La Comisión de Familia VD, desde ahora, pide la aportación de las otras comisiones para este camino hasta el Simposio, así como la colaboración de los miembros de la Fraternidad y de la Familia a través de los cauces abiertos por la Junta: reuniones de comunidad o de zona, consultas, encargos específicos, aportaciones personales, aportaciones de estudios ya realizados (como tesinas, trabajos pastorales, etc.).
74. Al camino de reflexión comunitario, va unida la praxis, que en algunos lugares implicará consolidar lo que ya existe y que en otros lugares supondrá dar pasos totalmente nuevos. El estudio atento, captando lo esencial de las intuiciones fundacionales y la voz de Dios a través de los signos de los tiempos, nos habrá de llevar a una creatividad fecunda para suscitar diversas plasmaciones que encarnen el carisma Verbum Dei en las diferentes culturas y situaciones.
75. El momento vital en la configuración de la Familia, exige, sin embargo, delicadeza, un discernimiento serio y una inteligencia del carisma de modo que los miembros de la FaMVD, actuales y futuros, no sufran una sensación de inestabilidad y continuo cambio. Es necesario hacerles conscientes del momento fundacional que vivimos y no someterles a cambios arbitrarios o cambios que tengan poca posibilidad de estabilidad.
76. Es importante considerar el elemento cultural donde se genera y se consolida la Familia VD. Aunque sean necesarias unas orientaciones generales unificadas, siempre se deberán encarnar en el contexto social e histórico dando paso a una gran variedad de plasmaciones.
77. La semillas del carisma sembradas en la FaMVD en los distintos lugares podrán suscitar estructuras y realidades nuevas a las que debemos dar cabida con generosidad y fidelidad al espíritu, como afirma el profeta Isaías: “Pues bien, he aquí que yo lo renuevo: ya está en marcha, ¿no lo reconocéis? Sí, pongo en el desierto un camino, ríos en el páramo... El pueblo que yo me he formado contará mis alabanzas. Tú no me has invocado, Jacob, porque te has fatigado de mí, Israel”[63].


4.2 Calendario de los trabajos

78. Ofrecemos un calendario de trabajo con metas concretas. Las etapas de trabajo recogen en su gran parte la propuesta del Congreso introduciendo una pequeña modificación para mayor posibilidad de responder a los plazos de trabajo:
§ Septiembre 2007 – Febrero 2008: Se estudian los Lineamenta primero por comunidades y apostolado. La Comisión Permanente suscita, posteriormente y en la medida de lo posible, reuniones por zonas, o naciones vecinas, en las que se garantiza una mayor riqueza en el diálogo sobre los Lineamenta.
§ Marzo – Agosto 2008: El fruto de este diálogo con las comunidades y apostolado podría ser: 1.Una primera lluvia de ideas para construir el Instrumentum Laboris del Simposio; 2.Establecer los criterios de participación, determinar el número de participantes y elaborar la lista de los participantes, previa consulta a las comunidades.
§ Agosto – Octubre 2008: Se recogen las aportaciones para el Instrumentum Laboris del Simposio y se va realizando un borrador que pueda ser corregido por las otras comisiones y por otros consultores. Se envían a la Comisión Permanente las modificaciones aportadas.
§ Noviembre – Diciembre 2008: La Comisión Permanente elabora la versión final del Instrumentum laboris y la envía a las comunidades.
§ Enero – Junio 2009: Se estudia el Instrumentum Laboris en las distintas comunidades para que los participantes representen el sentir de la FaMVD en cada lugar.
§ Simposio: Julio 2009 (dos semanas): Simposio mundial de la FaMVD (lugar a determinar). El Simposio elaborará propuestas que serán presentadas para aprobación al próximo Congreso General.
§ Agosto 2009: Redacción de los documentos para el próximo Congreso General.
§ Septiembre 2009: Presentación de las conclusiones en el Congreso Extraordinario de la Fraternidad

5. Conclusión

79. Una de las tres fiestas importantes del pueblo hebreo (cf. Ex 23,14) nos sirve para acercarnos al misterio de la Iglesia, y a esa peculiar historia de salvación que está suponiendo la configuración del carisma Verbum Dei. Es la fiesta Sukkot, fiesta de las cabañas:
“Salido de Egipto, el pueblo tuvo que transcurrir un largo período en el desierto. La cabaña (sukkah) es un símbolo de la protección que el Eterno acordó constantemente con el pueblo hebreo en aquellos cuarenta difíciles años. Es un excepcional instrumento para recordar tanto el antiguo reposo en el desierto como la fragilidad de las cosas humanas, la precariedad de los bienes de los que disponemos y la caducidad del lujo y de la comodidad a las cuales, a menudo, estamos habituados, además de la necesidad de tener en cuenta la protección divina [... ]. La cabaña como lugar de encuentro entre los hombres es también un símbolo de las expectativas mesiánicas. Todas las naciones, finalmente pacificadas, se reunirán en Jerusalén para celebrar juntas la fiesta de Sukkot (según la profecía de Zacarías) y proclamarán la absoluta unidad de Dios, soberano de todo el universo”[64].
El Verbum Dei, pueblo nómada, también habita en frágiles cabañas: las certezas que va adquiriendo en su camino apostólico. La tierra prometida por su Señor, y hacia la cual camina, no es otra que la «convocación» de todas las naciones unidas en un mismo amor. La FaMVD, a modo de sacramento del pueblo de Israel, pueblo peregrino en las vías de la misericordia de Dios, dirige su mirada a María de quien nos sabemos hijos, y junto con ella, discípulos del mismo Maestro.
Por eso, con la confianza puesta en el Dios de la promesa, conscientes de nuestra fragilidad, sabiéndonos peregrinos hacia la tierra prometida seguimos caminando bajo la protección de Aquel que siempre es fiel. Desde aquí, de nuevo os invitamos a que juntos podamos llegar a la meta a que Él nos llama.


Preguntas generales

· ¿Qué aspectos del Documento del Congreso sobre la FaMVD consideráis importantes? ¿Añadiríais otros elementos? ¿Cuáles?
· ¿Qué aportaciones harías a la propuesta de revisión de las Constituciones desde la perspectiva de la definición de la FaMVD y de la relación de esta con la FMVD?
· ¿Dónde piensas que sería el lugar más oportuno para la realización del Simposio? ¿Cuál sería un número prudente y apropiado de participantes? ¿Con qué criterio elegir los mismos?
· ¿Qué material y bibliografía puede ayudar a la reflexión?
· ¿Qué pasos prácticos podríamos ir dando para la consolidación y expansión de la FaMVD?
[1] Ex 33, 12-14.
[2] Documento Conclusivo del III Congreso Ordinario de la Fraternidad Misionera Verbum Dei (desde ahora DCCO), decisión 5.3.
[3] DCCO, decisión 5.2.2.
[4] Cf. Hch 1, 14.
[5] CFMVD 10.
[6] Desde el dinamismo de “hacer hacer” tan propio del carisma.
[7] En algunas épocas, la nomenclatura ha sido diversa: escuela de charlas, escuela de evangelización, etc.
[8] Véase: Documento del Instrumentum Laboris del III Congreso Reflexiones sobre la misión Verbum Dei, punto 1.6.8.
[9] cf. CFMVD 2.
[10] cf. CFMVD 11.
[11] DCCO, p. 16.
[12] Cf. DCCO, 5.4.
[13] Sobre este punto el III Congreso ha afirmado: “Que la estructura que se defina respete la intención del P. Jaime Bonet de promocionar la participación y responsabilidad de todos los miembros de la Familia en el apostolado, potenciando su adecuada autonomía” (DCCO, decisión 5.1.1); y también en la introducción al capítulo quinto de decisiones dice: “Nos inclinamos a que la FaMVD sea, desde la FMVD, un todo que expanda el carisma en todo el mundo y esto implica una vinculación estrecha y no autónoma”, es decir, que no se forje desde una independencia jurídica de la FMVD.
[14] El término “familia” nos ayuda a redescubrir la vocación bautismal, nos remite al calor de hogar nacido de la inhabitación de la Trinidad como nuestra familia primigenia y nos recuerda a María como Madre de la familia humana y Madre del Verbum Dei (Introducción al capítulo 5 de decisiones).
[15] En las constituciones VD se habla numerosas veces del término “discípulo” siempre de una manera genérica, sin precisar “discípulo Verbum Dei”. Pensamos que un término correcto sería “discípulos en el Verbum Dei”.
[16] La consagración en la vida consagrada hacen referencia a una ofrenda permanente de la vida desde la vivencia de los consejos evangélicos, ratificando esta entrega con votos. Cf. Santo Tomás.
[17] El término voto es sinónimo de promesa, si bien, tiene una connotación jurídica más específica de vida religiosa (en nuestro caso de nueva forma de vida consagrada). En el canon 1192 del CIC comenta: “P1: El voto es público, si lo recibe el Superior legítimo en nombre de la Iglesia; en caso contrario es privado. P2 Es solemne, si la Iglesia lo reconoce como tal; en caso contrario es simple. P3 Es personal, cuando se promete una acción por parte de quien lo emite; real, cuando se promete alguna cosa; mixto, el que participa de la naturaleza del voto personal y del real”. Cf. CIC, 731.

[18] Ya sean personas casadas o no, sacerdotes, diáconos permanentes, hombres y mujeres consagrados en el celibato, personas en cualquier situación de vida y condición social.
[19] Cf. CFMVD 10-11.
[20] cf. CFMVD 35.
[21] cf. CFMVD 28.
[22] DCCO, decisión 6.2.1.2.
[23] El texto es orientador puesto que, aún obteniendo mayoría de votos, no alcanzó los dos tercios necesarios para su presentación en la Congregación de Institutos de Vida Consagrada al término del tiempo experimental del 2010.
[24] DCCO, 2.1.4.
[25] cf. CFMVD 45.
[26] CFMVD 109. Este tema ha quedado algo esbozado en los Apuntes para el predirectorio.
[27] Cf. Espiritualidad fmvd – apuntes congreso.
[28] Est. 2-14; 138-144; CFMVD 28-44.
[29] Cf. CFMVD 10.
[30] Refiriéndonos al sentido amplio de celebración litúrgica: liturgia de las horas, celebración de los sacramentos, el rezo del Rosario y otras expresiones populares de oración, liturgias de la Palabra, bendiciones y sacramentales, etc. Todas estas formas son parte integral de la vida de la Iglesia, y por tanto de la Familia Verbum Dei.
La palabra de Dios es anunciada, recibida, vivida y celebrada en el sacramento y el sacramento es entendido, acogido y asumido eficazmente gracias a la eficacia de la palabra de fe. En esta complementaridad de palabra y sacramento está la mayor eficacia de la palabra de Dios y de los sacramentos, que no se pueden entender ni vivir separadamente. De nuevo, la intencionalidad o finalidad es vital para su comprensión: palabra y sacramento van dirigidas a llevar al discípulo a ser lo que recibe, ser palabra y ser sacramento (cf. LG 26).
[31] Cf. CFMVD 7.
[32]Cf. Mt 28,19-20.
[33] Desde las directivas de Juan Pablo II en Catechesi Tradendae (en el lenguaje de nuestra espiritualidad, serían las escuelas de la Palabra y escuelas de formación cristiana según el CEC, manteniendo siempre la centralidad de la Palabra). “Así pues, para que sea eficaz, la catequesis ha de ser permanente y sería ciertamente vana si se detuviera precisamente en el umbral de la edad madura puesto que, si bien ciertamente de otra forma, se revela no menos necesaria para los adultos” (Catechesi tradendae 43).
[34] A excepción de un posible grupo de Sacerdotes Diocesanos asociados a la Familia que vivirían su consagración peculiar desde el sacramento del ministerio ordenado.
[35] Lc 8,19.
[36] Cf. CFMVD 10.
[37] Hch 2, 47.
[38] Cf. Hch 2, 16-21.
[39] Cf. Hch 2, 46.
[40] Cf. 1Jn 2, 7-11.
[41] Cf. Hch 4, 34-35.
[42] Cf. 1Ts 5, 14-15.
[43] Cf. Ga 3, 26-29.
[44] Cf. Mc 10, 42-45.
[45] Cf. Mt 5, 43-48.
[46] Cf. Jn 17, 14-19.
[47] Cf. Mt 5, 43-48.
[48] Cf. Hch 4, 18-21.
[49] Cf. Hch 8, 1-3.
[50] Cf. 1Co 1, 10-13; 5, 1-2.
[51] OBISPOS DE LAS Diócesis de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria, “Renovar nuestras comunidades cristianas”. Mensaje para la Cuaresma del año 2005.
[52] Es necesario anotar que las expresiones “vida fraterna” y “amor fraterno” son diversos de “vida comunitaria” o “vida en común”. Las dos primeras no implican la vivencia bajo el mismo techo.
[53] CFMVD 12-14.
[54] Por fraternidades de vida evangélica y evangelizadoras entendemos aquí pequeños núcleos comunitarios, que en algunas prácticas apostólicas del VD se han llamado células, pequeñas comunidades, fraternidades.
[55] CFMVD 10.
[56] Tenemos dones diferentes –constata San Pablo en su carta a los Romanos– según la gracia que Dios nos ha confiado; el que habla en nombre de Dios, hágalo de acuerdo con la fe; el que sirve, entréguese al servicio; el que enseña, a la enseñanza; el que ayuda, hágalo con generosidad; el que atiende, con solicitud; el que practica la misericordia, con alegría. (cf. Rm 12, 6-8).
[57] cf. CFMVD 2.
[58] CIC 317.2: La norma establecida en el P1 se aplica también a las asociaciones erigidas por miembros de institutos religiosos en virtud de privilegio apostólico, fuera de sus iglesias o casas; pero en las asociaciones erigidas por miembros de institutos religiosos en su propia iglesia o casa, el nombramiento o confirmación del presidente y del capellán compete al Superior del instituto, conforme a la norma de los estatutos.
[59] En el Decreto bastaría que se manifestara: que la FaMVD se rige según el espíritu de las mismas Constituciones de la Fraternidad, que comparte con el VD la misma espiritualidad y misión, describir algunos rasgos básicos de la misma, especificar que en el seno de la Familia pueden coexistir formas diversas de vinculación o de asociación.
[60] Los niveles de compromisos generalmente serán muy básicos, con una cierta elasticidad, pero dando paso también a otras formas más complejas según la llamada peculiar de los miembros de la Familia.
[61] Siempre que sea posible esté compromiso se ratificará en el contexto litúrgico y con algún pequeño rito apropiado, quedando constancia escrita de la vinculación de la persona con la Familia Verbum Dei.
[62] En este momento somos conscientes de varias posibilidades que ponemos a continuación. La afirmación de una forma no excluye la posibilidad de coexistencia de las otras, o de una de las otras.
[63] Is 43,19-21.
[64] Dal tempio di Gerusalemme alla sinagoga. Le feste di pellegrinaggio e il Muro Occidentale, Roma 2000, 43 (el texto está tomado del opúsculo informativo editado por la Asociación «S. Andrea al Quirinale para el Jubileo», en la muestra artística en favor del diálogo interreligioso en la Pontificia Universidad Gregoriana, marzo-abril del 2000).
ESPERAMOS VUESTRAS APORTACIONES.
BESOS